Francisco Comesaña dejó una buena imagen en su debut en el Masters 1000 de París, aunque no alcanzó para dar el golpe. El marplatense cayó ante el canadiense Félix Auger-Aliassime por 6-7(2), 6-3 y 6-3, en un partido que duró más de dos horas y que tuvo pasajes de muy buen nivel por parte del argentino.

El inicio fue prometedor para Comesaña, que llegaba al cuadro principal tras superar la fase clasificatoria. En el primer set mostró autoridad, con golpes profundos y una gran efectividad desde el fondo de la cancha. Logró quebrar en el sexto juego y, aunque el canadiense igualó el marcador, el argentino mantuvo la calma y se impuso con claridad en el tie break por 7-2.

A partir del segundo parcial, el encuentro cambió de rumbo. Auger-Aliassime, más experimentado en este tipo de escenarios, elevó su nivel y empezó a dominar los intercambios. El argentino no pudo sostener el ritmo del primer set y cedió un quiebre en el cuarto juego, diferencia que el canadiense supo aprovechar para cerrar 6-3.

En el tercero, Comesaña tuvo una oportunidad de quebrar temprano, pero Auger-Aliassime respondió con firmeza y volvió a tomar el control. El argentino mostró carácter al recuperar el quiebre y empatar 3-3, aunque en el tramo final el canadiense volvió a imponerse. Con un cierre sólido, selló su victoria y avanzó a la segunda ronda, donde enfrentará al local Alexandre Muller.

Más allá del resultado, Comesaña dejó una grata impresión en París. Ganar un set ante un top 10 en su debut en el main draw de un Masters 1000 confirma su crecimiento y su capacidad para competir al máximo nivel.